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El tema de las finanzas  nos atañe a todos, ya que todos formamos parte de la economía nacional de una u otra manera, bien sea empleados públicos o privados, trabajadores independientes o empresarios, cualquiera sea la forma todas las personas manejan finanzas, pero ¿todos somos buenos administradores?

La respuesta es que existen muchas personas cuyas finanzas son excelentes por lo tanto podría decirse que tienen una buena y estable salud financiera que les permite ahorrar o hacer inversiones. Mientras que hay otros cuyas finanzas son un caos y luchan por llegar a fin de mes sobreviviendo con sus ingresos debido a su mala administración.

Esto lleva a comprender que las finanzas personales son un tema trascendental en el ciclo vital de todas las personas, ya que una buena administración del patrimonio financiero establecerá una marcada diferencia entre la tranquilidad de la estabilidad financiera o la tormenta de los problemas económicos.

¿Qué son las finanzas personales?

Al hablar de finanzas personales se debe hacer referencia a la correcta administración del patrimonio de una persona, es decir, los bienes y el capital de una persona, que comprenden: ingresos y egresos, fondo de ahorro, inversiones, seguros y cualquier tipo de crédito.

Tener conciencia de la magnitud y alcance de las finanzas personales, traerá como consecuencia la comprensión del impacto que puede llegar a tener en la calidad de vida de una persona las buenas o malas decisiones tomadas en la gestión del dinero, pues pueden llegar a convertirse en una inversión o un gasto.

Comprender esto es imprescindible para hacer un correcto manejo del dinero y no que el dinero sea quien maneje a la persona. La gestión inteligente de los recursos financieros contribuirá en la reproducción de más riqueza a largo plazo.

Una correcta administración de las finanzas personales permite tener un manejo inteligente y mayor control de las finanzas para prever un futuro; asimismo fomenta el realizar los gastos estrictamente necesarios, favoreciendo el poder ahorrar y así enfocarse en conseguir los objetivos financieros.

¿Cómo administrar las finanzas personales de manera efectiva?

Las finanzas personales deben ser un hábito, y para la construcción del mismo es necesario tener orden y disciplina, no de manera obsesiva pero sí de forma consecuente que permita ahorrar, invertir y proyectar a largo plazo.

Para lograrlo y tener un manejo efectivo en la administración de finanzas personales los especialistas en la materia coinciden en las siguientes recomendaciones, dadas a continuación:

  • Elaboración de un presupuesto

El primer paso requerido es que la persona lleve un registro de los ingresos o entradas y los egresos o gastos mensuales, dándole prioridad a los rubros más importantes como pago de servicios básicos y alimentación.

Un presupuesto es un instrumento valioso para la organización de los ingresos y gastos clara y eficientemente. Teniendo en cuenta que tus gastos nunca deben sobrepasar tus ingresos.

  • Establecer metas

Es de suma importancia delimitar metas financieras claras, concretas, medibles y específicas tanto a corto como a largo plazo, y establecer un plan para lograrlas. Dichas metas pueden ser: cancelar deudas, crear un fondo de jubilación, la adquisición de una casa o un automóvil o simplemente contar con un fondo de emergencia.

  • Unificar las deudas en un solo ente financiero

El juntar todas las deudas asumidas por la persona en un solo ente financiero, permite tener un mayor control de las mismas, establecer un plan mejor definido para el pago paulatino de las mismas e incluso conseguir una mejor tasa de interés.

  • Pagar deudas

Las deudas suelen convertirse en una cárcel difícil de escapar, los intereses incrementan el dinero a pagar. Por ello es recomendable ser estrictos y al momento de disponer de excedentes ir pagándolas, limitarse de realizar otros gastos no priorizados y destinar el dinero al pago de deudas.

  • Minimizar gastos

Evaluar los gastos mensuales y priorizar, realizando gastos básicos y de alimentos y cancelando membresías o suscripciones que no se usen, evitar comer fuera, reducir el consumo de servicios públicos para bajar las facturas, entre otras.

Se debe evitar los gastos hormigas o gastos innecesarios, no planificados y pequeños, producto del impulso de las personas, pues aunque son insignificantes, al sumarlos da un monto importante en presupuesto.

  • Analizar los elementos de un crédito

Al momento de solicitar un crédito personal, hipotecario, de emprendimiento o tarjetas de crédito, es necesario evaluar los plazos, la tasa de interés y demás elementos de la solicitud y siempre debe elegirse los que ofrezcan las mejores tasas de financiamiento.

  • Contar con un plan de ahorro e inversión

El ahorro y las inversiones son elementos fundamentales al momento de alcanzar la estabilidad financiera a largo plazo. Parte del éxito en la administración de las finanzas personales es fomentar una cultura de ahorro.

Es recomendable buscar diferentes opciones como cuentas de ahorro y a plazos con intereses, inversiones, compra de fondos, compra de acciones o bonos e invertir en ello el excedente de dinero o reservar un monto mensual destinado para ahorrar.

  • Aumentar los ingresos

Otra estrategia que ayuda en una correcta administración financiera es generar nuevas fuentes de ingresos o aumentar los ingresos. Se puede emprender una idea de negocios aparte de la fuente de ingreso actual, realizar una venta de garaje con cosas que ya no se utilicen.

También se puede buscar un nuevo empleo con mejores beneficios y pagos, buscar un aumento de salario, alquilar una habitación o un puesto de estacionamiento. Estas solo son algunas de las múltiples opciones que existen.

  • Administrar el dinero porcentualmente

No es recomendable manejar la planificación financiera en soles, en su lugar es ideal manejar los ingresos y egresos en porcentajes pues esto permitirá el manejo del dinero con un mejor orden.

Ahorrar con la regla 50-30-20

Aun cuando esta no es una estrategia novedosa, si es muy utilizada y popular en las finanzas personales por su utilidad en la administración de forma sencilla y metódica. Este método ayuda a tener un horizonte claro del dinero ahorrado mensualmente. Es un método de ahorro flexible adaptable a cualquier situación financiera.

Esta regla actúa utilizando una operación matemática sencilla en la que se dividen los ingresos en 3 partes: 50% destinado a necesidades esenciales, 30%  usado para gastos prescindibles y un 20% reservado exclusivamente para ahorros.

  • 50% para necesidades básicas

Este porcentaje está direccionado a cubrir necesidades básicas e indispensables para vivir cómodamente como: gastos de vivienda como alquiler o hipoteca; alimentación básica, servicios públicos; atención médica, transporte, vestido  y educación o escolaridad.

Si estos gastos superan el 50% de los ingresos, se debe estudiar la forma de reducir los gastos esenciales, sin endeudarse o privarse de las necesidades básicas.

  • 30% para gastos prescindibles

Es recomendable no gastar más del 30% en gastos prescindibles o no esenciales como: comidas fuera de casa, compras innecesarias, vestimenta no esencial, suscripciones y membresías a servicios secundarios y no esenciales, y viajes.

Generalmente estos son gastos que van más allá de la necesidad y pueden ser antojos, pasatiempos y entretenimiento, entre otras actividades.

  • 20% para ahorros

La finalidad de este método es ahorrar el 20% de los ingresos para poder cumplir con metas personales o tener un fondo para cualquier eventualidad. Lo ideal es guardar el 20% inmediatamente de recibir los ingresos mensuales.

Finalmente se puede determinar que al saber cómo administrar las finanzas personales esto mejorará el estilo de vida y se podrá alcanzar objetivos a corto, mediano y largo plazo, ahorrando no solo dinero sino tiempo y estrés, aumentando significativamente el capital personal gracias a una gestión eficaz del dinero.

Leer también: ¿Qué es la educación financiera? Guía práctica