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La palabra presupuesto a menudo hace pensar en cuentas fastidiosas, sacrificios y limitaciones. Pero nada más lejos de la realidad. Un presupuesto es una herramienta poderosa para ayudar a manejar hábilmente las finanzas personales, controlar gastos y alcanzar la independencia financiera.

Todos tenemos objetivos financieros a corto, mediano y largo plazo. Cambiar el teléfono móvil, comprar un auto, hacer un postgrado o comprar una vivienda. Un presupuesto personal funcionará como una hoja de ruta en el camino a conseguir estos objetivos.

Pero la elaboración de un presupuesto es también determinante para mantener disciplina financiera. Esto es muy importante en un país como México en donde el endeudamiento personal se está convirtiendo en un problema importante.

Según cifras del Reporte de Bienestar Financiero 2024 que elabora Invested y Vanguard el 45% de los mexicanos en edades comprendidas entre los 28 y 42 años destinan la mitad de sus ingresos a pagar deudas. Además, aseguran que sus deudas están fuera de control.

Un presupuesto es entonces un potente instrumento financiero que, independientemente de los objetivos que se persigan, ayudará a tomar las mejores decisiones financieras.

¿Qué es un presupuesto personal?

Un presupuesto es un plan financiero que tiene como objetivo hacer un seguimiento detallado de los ingresos y gastos en un período de tiempo determinado.

Cuando se elabora un presupuesto se planifica con antelación cómo se gastarán los ingresos. Por ejemplo, cuánto se destinará a vivienda, alimentación, diversión o inversión.

Un presupuesto bien elaborado incluirá una partida para el ahorro o para la inversión. También deberá incluir ahorros previsionales como emergencias y jubilación.

El objetivo principal de la elaboración de un presupuesto es, entonces, administrar el dinero de forma eficaz y asignar recursos eficientemente. Esta es una de las bases para caminar hacia la independencia financiera.

Las razones para la elaboración de un presupuesto personal son muchas. A continuación, listaremos las más importantes:

Ayuda a establecer metas

Uno de los beneficios principales de elaborar un presupuesto es que ayuda a establecer metas claras y factibles. Estas metas financieras son la base del presupuesto. De nada sirve fijarte metas ambiciosas si éstas no son factibles o no están correlacionadas con tus niveles de ingresos.

Estas metas se pueden diferenciar en función del tiempo para alcanzarlas. Se dice que una meta es a corto plazo cuando ésta es factible alcanzarla en un año máximo. Aquí se pueden incluir metas como la compra de una computadora gamer o un viaje de vacaciones.

Las metas a mediano plazo se espera alcanzarlas en un plazo de hasta cinco años. Estas metas pueden incluir el pago completo de deudas como tarjetas de crédito.

Las metas a largo plazo son más más ambiciosas. Generalmente se incluye aquí la compra de una casa o un inmueble.

Claridad financiera

Si no tienes claro a dónde se está yendo tu dinero definitivamente necesitas un presupuesto personal. Un presupuesto te permitirá visualizar claramente tus ingresos y gastos y en todo momento sabrás cuál es tu situación financiera.

Tendrás claridad de en qué estás gastando tus ingresos o si tu nivel de deuda es manejable. Esto te permitirá hacer ajustes a tiempo si es necesario.

En conclusión, un presupuesto refleja de manera transparente cuál es la realidad financiera en todo momento y ayuda a tomar las mejores decisiones.

Evita endeudamientos innecesarios y riesgosos

La mayoría de la gente se plantea objetivos financieros a corto, mediano o largo plazo. Si has pensado en invertir en un postgrado, comprar un auto o adquirir una hipoteca quizá creas que la única forma de hacerlo es con endeudamiento. Pero esto no es necesariamente así.

En la mayoría de los casos se puede evitar el endeudamiento, principalmente la deuda mala o se puede acceder a “endeudamiento bueno”.

Una deuda mala es un crédito caro que regularmente se adquiere para gasto corriente o gastos diarios y que tiene un costo muy alto de tasa de interés. El mejor ejemplo de una deuda mala es la tarjeta de crédito.

Una deuda buena, por el contrario, es la que permitirá conseguir objetivos financieros importantes

como la compra de una casa o la inversión en educación a través de un post-grado.

Ayuda a saldar deudas

El presupuesto es un plan. Para saldar deudas en el presupuesto se deben fijar objetivos para salir de las deudas. Esto ayudará también a caer nuevamente en ellas.

Para lograr la liberación de las deudas el presupuesto funciona adecuadamente porque ayuda a planificar cómo saldarlas y cómo evitar nuevo endeudamiento.

  • El presupuesto incluirá una partida que detalla todo el endeudamiento, clasificando las deudas y priorizando las más caras. Esto ayuda a crear un plan factible para saldarlas. Por ejemplo, puedes concentrarte en una deuda a la vez comenzando por las tarjetas de crédito o préstamos personales con altas tasas de interés.
  • El presupuesto también ayuda a evitar la trampa de la deuda. Esto es cuando se gasta más de lo que se gana.

Finalmente, crear un presupuesto seguramente te ayudará a evitar entrar en un ciclo de deuda difícil de pagar y si ya lo has hecho te brindará una hoja de ruta para salir de él.

Ayuda a ahorrar dinero

Un presupuesto ayuda a identificar las áreas en las que puedes hacer recortes de gastos o gastar menos. Un buen presupuesto incluirá una detallada lista de gastos mensuales por lo que será fácil identificar gastos no esenciales como salidas a comer.

También podrás identificar si se pueden bajar algunos gastos fijos como la factura de electricidad o de telefonía celular.

Todo esto contribuirá a desarrollar una estrategia de ahorro. En el presupuesto se puede incluir una partida para ahorrar un porcentaje del salario mensual. Esta partida puede aumentarse en función de los objetivos financieros.

Ayuda a poner el foco en objetivos prioritarios

Cualquiera que sean los objetivos financieros un plan para alcanzarlos es la base para conseguirlos. Puedes querer comprar una laptop nueva a corto plazo o un auto a mediano plazo. El presupuesto es el plan para priorizar y alcanzar tus objetivos financieros.

Algunos objetivos financieros a corto plazo pudieran ser la creación de un fondo de emergencia que cubra entre 6 a 9 meses de manutención. También pudieras enfocarte en ahorrar para pagar tus próximas vacaciones o la cuota inicial para comprar un auto.

Otros objetivos más ambiciosos y a largo plazo incluyen la compra o remodelación de tu casa, o iniciar ahorros en un plan de retiro.

La elaboración de un presupuesto funciona para alinear de forma eficiente tus ingresos con tus objetivos financieros.

Impulsa la disciplina financiera

La seguridad financiera no crece en los árboles. Se requiere una disciplina financiera para alcanzar la independencia. Y para esto es indispensable elaborar y cumplir un presupuesto en la medida de lo posible.

Un presupuesto genera disciplina y autocontrol para resistirse a gastos superfluos e innecesarios. A largo plazo esta disciplina se traduce en hábitos fuertes de control de gastos, ahorro e inversión.

Estos hábitos si se mantienen en el tiempo marcarán la diferencia en el camino hacia la independencia financiera.

Hacia la libertad financiera

La libertad financiera puede tener varias vertientes. El consenso es que la libertad financiera significa lograr acumular suficientes ahorros e inversiones disponibles para mantener el estilo de vida que se desea sin depender de un empleo.

Esto incluye mantener un fondo de ahorro que permita enfrentar cómodamente la jubilación.

La elaboración, seguimiento y cumplimiento de un presupuesto personal permite avanzar a pasos agigantados hacia esta meta. Comenzando porque se debe definir cuáles son los objetivos personales a alcanzar para la libertad financiera.

¿Jubilarse temprano? ¿viajar? ¿O solamente tener suficiente dinero para hacer frente a los gastos mensuales?

Sea cuales sean los objetivos financieros un presupuesto es imprescindible para crear una hoja de ruta hacia la consecución de estas metas.

Una vez que los objetivos financieros están claros solo falta la creación de un presupuesto que incluya el ahorro y la inversión necesaria para llegar a ellos.

Contrario a lo que se piensa, un presupuesto no restringe el gasto, sino que ayuda a gastar tus ingresos inteligentemente para avanzar hacia tus objetivos financieros.

El presupuesto personal es entonces, el paso inicial en el camino hacia la libertad financiera. Un presupuesto no se trata de la cantidad de dinero que se tiene sino de cómo se administra.

Elaborar y seguir un presupuesto personal a menudo es una tarea pesada pero está  demostrado que sus múltiples beneficios valen la pena.