Educación financiera digital: preparando a los jóvenes para un crédito responsable
La educación financiera es todo el conocimiento relacionado con el manejo diario del dinero. En esto se incluyen definiciones básicas como presupuesto, administración, ahorro, inversión, crédito. En este sentido se dice que una persona tiene conocimientos financieros cuando tiene la capacidad de elaborar un presupuesto acorde a sus ingresos y gastos, pagar facturas a tiempo, conocer el impacto de la tasa de interés a la hora de ahorrar o solicitar un crédito y saber algo de inversiones.
Otra forma de definir la educación financiera es entenderla como una combinación de conocimientos y habilidades tendientes a utilizar instrumentos financieros de forma segura de manera que contribuyan al bienestar de sus finanzas personales.
Pero hoy en día no basta con los conocimientos financieros. Se requiere además de alfabetización digital puesto que el manejo de las finanzas está prácticamente digitalizado en su totalidad. Todo se maneja desde la banca online, las aplicaciones financieras, la banca móvil, las Fintech, etc.
Es necesario definir entonces lo que es la educación financiera digital. Esto se refiere a la capacidad de las personas para comprender y utilizar las tecnologías digitales para gestionar sus finanzas personales, lo que incluye el manejo de la banca en línea, billeteras digitales, aplicaciones financieras, plataformas de inversión y más.
En México estudios recientes dan cuenta de que los jóvenes tienen una baja alfabetización financiera. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2021, un 54% de los jóvenes mexicanos de entre 18 y 29 años tenían algún producto financiero, solo 12% tenían tarjeta de crédito y la mayoría de ellos no manejaban conceptos financieros básicos como tasa de interés o historial crediticio.
Esta misma encuesta revela un incremento en la utilización de canales digitales, principalmente aplicaciones móviles, para abrir cuentas bancarias y solicitar créditos. Un 9% de los jóvenes entre 18 y 29 años abrió una cuenta bancaria a través de una app móvil y un 7% solicitó un crédito por la misma vía.
Es imperativo entonces que jóvenes mexicanos logren obtener los conocimientos financieros y las herramientas digitales necesarias para manejar responsablemente sus finanzas personales.
Los riesgos de la baja educación financiera en los jóvenes mexicanos
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el primer trimestre de 2024 había en México 31 millones de personas jóvenes o con edades comprendidas entre los 15 y 29 años, lo que equivalía al 23,8% de la población total. Más de la mitad de estos jóvenes tienen algún producto financiero, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2021 y la mayoría de ellos no maneja conceptos financieros básicos.
En México se han llevado a cabo reformas regulatorias en el ámbito financiero para permitir la apertura y operación de cuentas bancarias de forma remota. Además, han proliferado las Fintech, las billeteras digitales, las plataformas de trading, las aplicaciones financieras móviles. Todo este ecosistema financiero compite ávidamente por atraer a los jóvenes para ofrecerles sus productos financieros.
Pero una buena proporción de estos jóvenes no tiene educación financiera, lo que incrementa el riesgo de utilizar inadecuadamente los instrumentos financieros que se les están ofreciendo. Según la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), muchos jóvenes adquieren productos financieros, principalmente créditos, sin entender a cabalidad la responsabilidad y el riesgo que están asumiendo por lo cual terminan construyendo malas calificaciones crediticias.
A lo anterior se debe sumar el riesgo que implica la masiva adopción de canales digitales por parte del sistema financiero para ofrecer sus productos. Los usuarios de estos canales digitales enfrentan riesgos de estafas y fraudes digitales. En 2022 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECDE) alertó que luego de la inflación y las tasas de interés fueron las estafas y los fraudes digitales los mayores riesgos que enfrentaron consumidores financieros a nivel global.
Razones para alfabetizar financieramente a los jóvenes.
Cuando se tiene educación financiera se contará con bases sólidas para un buen manejo del dinero. Es importante hacer entender a los jóvenes de la importancia de iniciarse cuanto antes en aprender a gestionar sus finanzas personales. Las siguientes son algunas de las razones más importantes de que los jóvenes adquieran tempranamente habilidades financieras:
- La alfabetización financiera implica una buena administración del dinero y tomar las mejores decisiones de gasto, ahorro e inversión.
- Las personas con conocimientos financieros obtienen las habilidades necesarias para crear presupuestos, ahorrar, invertir y planear adecuadamente el uso del dinero.
- Las personas con pocos conocimientos financieros no tienen capacidad para hacer un presupuesto personal y gestionarlo adecuadamente.
- Si se tienen pocas habilidades financieras se corre el riesgo de asumir endeudamientos costosos difíciles de pagar lo que puede llevar a destruir el perfil crediticio.
- Los conocimientos financieros ayudan a entender cómo funcionan los productos financieros básicos como cuentas de ahorro, tarjetas de crédito, cuentas corrientes.
- Las personas con habilidades financieras son menos propensas a caer en estafas y/o fraudes.
Las recomendaciones de la OCDE para ayudar en la educación financiera de los jóvenes
Según la OCDE en su informe Impulsando la Inclusión Financiera en Digital de los jóvenes ofrece una serie de recomendaciones que los gobiernos y los privados pueden impulsar para mejorar la educación financiera digital en los jóvenes. Según este informe, los jóvenes se presentan como particularmente vulnerables en lo que tiene que ver con los riesgos en transacciones digitales porque son muy activos en la internet y tienen niveles relativamente bajos de alfabetización financiera.
En función de esto, los responsables de las políticas financieras en los distintos países pudieran considerar las siguientes acciones:
- Fomentar el uso de recursos de educación financiera de alta calidad en el entorno digital utilizando, por ejemplo, aplicaciones financieras personales confiables para enseñar a los jóvenes a buscar información confiable, actualizada y de fuentes fidedignas.
- Utilizar juegos y simulaciones para promover el desarrollo de habilidades financieras en los jóvenes.
- Trabajar en conjunto con la industria financiera y organizaciones de la sociedad civil para impartir educación financiera de alta calidad a los jóvenes. Se debe incluir herramientas de presupuesto digital y/o simuladores de inversión en momentos en los que los jóvenes comenzarán a manejar dinero como su incorporación al mercado laboral.
- Establecer las directrices para la incorporación de instituciones financieras y empresas de tecnología financiera en la educación financiera para jóvenes.
- Incluir la banca escolar en donde los jóvenes pueden acceder a servicios financieros en escuelas y/o universidades. Esto servirá para que adquieran habilidades financieras mediante el uso de dichos servicios.
- Implementar iniciativas como campañas de concientización que puedan reducir los riesgos de la presencia en línea de los jóvenes, principalmente en redes sociales. Estos riesgos incluyen el phishing de datos, estafas digitales.
- Aprovechar que los jóvenes pasan mucho tiempo en las redes sociales para utilizar estas plataformas para la educación financiera.
El crédito responsable
Un crédito responsable puede verse desde la perspectiva del banco o institución financiera y desde la perspectiva del solicitante. El banco deberá, antes de conceder un crédito, evaluar si el cliente tiene capacidad de pago y qué garantías puede ofrecer en base al dinero que se le prestará y a los intereses.
Las entidades bancarias también deberán explicar detalladamente a sus clientes las características del crédito, los riesgos que estarían asumiendo y los costos asociados como los intereses y comisiones.
Desde la perspectiva del cliente, éste deberá informarse adecuadamente todo lo relacionado con la deuda que asumirá. Deberá saber si puede enfrentar las condiciones del crédito y si podrá pagar dicha obligación incluyendo los intereses y comisiones en el plazo que está asumiendo.
Un ejemplo de gestión responsable de un crédito es la tarjeta de crédito. A continuación, algunos tips para la gestión adecuada de la tarjeta de crédito:
- Pagar siempre la tarjeta de crédito a tiempo.
- Nunca pagar el mínimo del saldo de la tarjeta de crédito. Es aconsejable pagar el saldo completo o en su defecto, más del monto mínimo.
- No mantener un saldo a largo plazo en la tarjeta de crédito.
- No utilizar la tarjeta de crédito para gastos onerosos a los que no se pueda hacer frente.
- Mantenerse informado con relación al perfil de riesgo crediticio
- Revisar detalladamente el estado de cuenta de la tarjeta de crédito para ubicar posibles cargos fraudulentos.
- No compartir los datos de la tarjeta de crédito con un contacto no verificado.
- Mantener el saldo de la tarjeta de crédito por debajo del 30% de la línea de crédito.