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Cuando los precios suben el dinero pierde poder adquisitivo a menos que esté invertido a una tasa que supere a la inflación. Es evidente entonces que la inflación destruye el ahorro y que una estrategia de finanzas personales debe considerar el efecto de la inflación sobre el ingreso y los gastos, pero también sobre el ahorro y la inversión.

En México la inflación del año 2024 fue de 4,21%, mostrando una tendencia descendente respecto a años anteriores. Esto contrasta con el incremento anual de los precios registrado en 2022, cuando alcanzó un 7,82%, siendo uno de los niveles más altos en los últimos tiempos.

Estos niveles de inflación impactan sobre el ingreso de los ciudadanos y dificultan la capacidad de ahorro e inversión. Es necesario entonces prepararse para actuar en épocas inflacionarias y así minimizar los efectos del repunte de precios en nuestra planificación financiera.

Con educación financiera y la información adecuada se puede estar preparado para enfrentar los efectos de la inflación sobre nuestros ingresos. Con una buena estrategia y las mejores opciones de inversión se puede incluso evitar la erosión de nuestros ahorros.

¿Qué es la inflación?

La inflación es un aumento general del nivel de precios en los bienes y servicios que se ofertan en una economía. La tasa de inflación es calculada y publicada por los organismos competentes de cada país.

En el caso de México le corresponde al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) calcular Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC). Lo publica quincenal y mensualmente a través de su página web.

Para entender cómo se calcula la inflación considere el siguiente ejemplo: Si hace un mes un litro de leche entera costaba 34 pesos y ahora se vende por 34,50 pesos significa que aumentó en 0,50 pesos por litro. Ese incremento es equivalente a una inflación de casi 1,5% mensual.

La inflación en México

La inflación en México durante la década comprendida entre 2014 a 2024 estuvo fluctuando entre un mínimo de 2,13% anual en 2015 a un máximo de 7,82% anual en 2022. En 2024 la tasa de inflación se ubicó en 4,21%.

Durante ese período la economía mexicana enfrentó múltiples desafíos incluyendo fluctuaciones cambiarias, shocks externos y drásticas modificaciones en la política fiscal gubernamental.

La inflación en México durante este período se explica por una combinación de factores tanto internos como externos. Los factores más importantes son los precios del petróleo y los efectos de la pandemia del Covid-19.

Esto llevó a la necesidad de que el Banco de México implementar una serie de medidas de política monetaria para lograr bajar la inflación nuevamente hasta los niveles cercanos al 4,0%

Cómo afecta la inflación al ahorro

Al igual que el precio de los productos es afectado por la inflación, el poder adquisitivo del dinero también se ve afectado. El dinero pierde valor o poder de compra a medida que la inflación aumenta. La única forma que el dinero mantenga su valor es que esté colocado en una cuenta de ahorro o en una inversión en la que obtenga un rendimiento igual o mayor que la inflación.

Lo anterior se puede ver más claro con el siguiente ejemplo: Si se tienen 100 pesos colocados en una cuenta de ahorro que genera un interés de 1% anual al final del año se tendrían 101 pesos. Si en ese mismo período la inflación es de 3% los 100 pesos originales deberían haberse convertido en 103 pesos para no perder poder de compra.

El dinero en la cuenta de ahorro remunerada al 1% anual ha aumentado, pero con ese saldo se compran menos productos que un año antes.

Consejos para ahorrar en un período inflacionario

Hemos visto que la inflación erosiona el poder de compra del dinero y dificulta llevar adelante una sana estrategia de planificación financiera. Las metas de ahorro y de inversión se verán desvirtuadas en una economía inflacionaria.

Pero conociendo los efectos de la inflación se puede construir una estrategia que contemple este impacto para neutralizarlo y en algunos casos incluso para poder superarlo.

Se trata de buscar instrumentos financieros que generen rendimientos a la par o incluso por encima de la tasa de inflación. No es fácil, pero es la estrategia a seguir para proteger nuestros ahorros.

1. Bienes raíces

La inversión inmobiliaria siempre se ha considerado como una opción de protección contra la inflación. Los precios de las propiedades y los alquileres regularmente aumentan con la inflación. Pero la inversión inmobiliaria clásica (comprar una propiedad) requiere hacer un importante desembolso, lo que hace que esta opción no esté disponible para todos.

Pero existen otras formas de invertir en bienes raíces que no requieren de grandes montos de dinero. Por ejemplo, aquellos que ya son propietarios de una vivienda pueden invertir en su remodelación y así aumentar el valor de la propiedad.

Otra forma más sencilla de invertir en bienes raíces es a través de un Fondo de Inversión Inmobiliaria. Estos son fondos que juntan el capital de múltiples inversionistas para colocarlos en proyectos inmobiliarios como centros comerciales, edificios de departamentos, oficinas, etc. La mayoría se especializan en un área, como por ejemplo el área residencial o comercial.

2. Bonos indexados a la inflación

La inversión en bonos pudiera parecer inconveniente en economías inflacionarias debido a que su tasa de interés es fija. Pero esto no ocurre cuando se trata de un bono indexado por inflación. Se trata de un título de deuda que garantiza un rendimiento real (por encima de la inflación) a los inversionistas. Su valor nominal se ajusta a la par de la inflación.

En Estados Unidos, los más conocidos son los denominados Inflation Protected Securities (IPS) o Treasury Inflation-Protected Securities (TIPS) que se ajustan con el Índice de Precios al Consumidor (CPI).

En México una opción de inversión en bonos indexados a la inflación son los Udibonos. Su nombre completo es Bono de Desarrollo de Unidades de Inversión y se emiten en unidades de inversión denominadas UDIS.

Las principales características de estos bonos son las siguientes:

  • Se emiten a un plazo de tres años
  • Paga intereses semestrales a una tasa fija de interés más una ganancia indexada a las UDIs.
  • Las UDIs se ajustan por la inflación quincenal.
  • Su colocación es a través de subastas.

3. Materias primas

Las materias primas se consideran una buena inversión en épocas de alta inflación. El oro, por ejemplo, es considerado un activo refugio porque suele mantener su valor en el tiempo. Otros metales preciosos son también una alternativa de protección contra la inflación.

El oro se puede comprar directamente en forma de lingote, pero también a través de un fondo cotizado en bolsa (ETF) que sigue o rastrea el precio del oro. El ETF de oro más grande del mundo es el SPDR Gold Shares ETF (GLD).

n general las materias primas tienen la particularidad de satisfacer necesidades básicas de la población lo que hace que su valor se mantenga en el tiempo. En esta categoría se incluyen los productos agrícolas como sorgo, maíz, soja, productos de ganadería y recursos naturales como petróleo y gas.

La forma más fácil de invertir en materias primas y que no requiere un alto monto de inversión es a través de los ETF. Son fondos cotizados en bolsa que invierten en materias primas físicas. Suelen concentrarse en invertir en una específica materia prima como petróleo, o en contratos a futuro.

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