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Gestionar adecuadamente tus préstamos y créditos es una señal inequívoca de salud financiera. Aunque lo ideal es tener un presupuesto solvente, muchas veces resulta necesario optar por un endeudamiento responsable. Como al adquirir un crédito hipotecario, para un vehículo o si debes costear emergencias.

No los veas como algo negativo, la meta es desarrollar y aplicar estrategias para manejarlos de manera prudente, aprovechando sus beneficios sin caer en moras e incumplimientos. Hablemos de cómo usar estos productos financieros de forma inteligente y práctica.

Analiza los términos de tu préstamo o crédito

Si quieres tener un endeudamiento responsable en Chile nunca tomes préstamos con entidades sin analizar antes las condiciones del contrato. De ser necesario, busca asesoría de un experto en la materia.

Es muy importante que adquieras conocimientos financieros, así será más simple conseguir buenos préstamos y no ahogarte en deudas. Asegúrate de manejar terminologías como intereses, costo total de crédito, cuotas, mora, cobranzas, y demás gastos administrativos que algunas veces permanecen ocultos y suman.

No te fijes solo en el costo total, sino en el número de cuotas y el valor que tiene cada una, a mayor cantidad de estas el préstamo será más alto. Nunca contrates uno si no estás seguro de tener la suficiente capacidad de endeudamiento.

Ten un presupuesto claro y prioriza las deudas

Al hacerlo, conocerás tu situación financiera actual, esta es la forma de concebir una estrategia efectiva y consistente. Manejar préstamos y créditos de manera responsable te ayudará a no incurrir en deudas incosteables.

Calcula los gastos fijos y variables, haz una sumatoria de los ingresos mensuales y resta estos rubros. Así conocerás si tienes suficiente dinero para asumir y cancelar las deudas, es decir, tu capacidad de pago.

Lista los compromisos y prioriza aquellos que tienen montos e intereses más elevados, luego destina de tus ingresos una cantidad para abonar a cada uno. Pero procura que esto no afecte tus gastos fijos.

Piensa en la reducción, apunta las áreas que necesitas adecuar y reorganizar, elimina aquellos rubros que no son prioritarios. Es muy útil aplicar la regla 50/30/20, donde destinas el 50% del dinero a pagos fijos, 30% a variables y 20% para el ahorro o las amortizaciones.

Puedes adoptar estrategias o métodos de pago como la bola de nieve o la tasa de interés más alta. Pregunta si puedes añadir montos adicionales o adelantar cuotas sin que te cobren comisiones por ello. Revisa cuáles deudas pueden ser refinanciadas, renegociadas o consolidadas.

No vivas de los deseos, ni te mantengas por encima de tus posibilidades. Adopta una visión práctica, enfócate en la cancelación del monto total, y si tienes un sobrante úsalo para crear tu ahorro.

Ten siempre un fondo que te permita cubrir el presupuesto hasta 3 o 6 meses. Así evitarás recurrir a más préstamos para saldar gastos imprevistos.

Las deudas dispersas no se captan con tanta claridad, por lo que es fácil acumular enormes montos sin que te des cuenta. Consolidarlas siempre será una buena idea.

Si aplicas estas estrategias estarás en el camino correcto hacia un endeudamiento responsable en Chile.

Concibe un plan de pagos

Puntualiza las fechas de pago o corte de tus préstamos y créditos, incluyendo las tarjetas, hipotecas y cuotas de vehículos. Así conocerás con exactitud cuándo hacerlo, así como los montos a depositar. Puedes programarlos con una app, estas efectúan los pagos automáticamente o te envían notificaciones.

Al adquirir o manejar préstamos y créditos no caigas en la tentación de aceptar plazos muy largos, ya que esto sólo elevará el monto de las deudas.

Emplea la regla del 35%, donde destinas este porcentaje de tu presupuesto a la cancelación de compromisos. Trata de pagar los cortes a tiempo, así evitarás cargos adicionales en gastos de cobranza, intereses moratorios y la capitalización de intereses.

En la medida de lo posible no pagues el mínimo, ya que, aunque creas que agregas a la deuda, en realidad seguirá crecimiento, generando más intereses. Te recomendamos añadir la cuota total o una cantidad mayor a la deuda, así te aseguras de reducir este capital.

Si es necesario solicita una refinanciación, con ello comenzarás un ciclo desde de cero. Tendrás un nuevo préstamo, pero con condiciones más favorables. También es posible solicitar una repactación a plazos y cuotas o la consolidación si tienes varias deudas y quieres simplificar el proceso.

No pidas créditos exprés

Aunque pueda parecer atractivo es poco recomendable solicitar préstamos rápidos con páginas online. Sí, no exigen muchos requisitos y tienen un alto margen de aprobación. Pero, sus tasas de intereses son más elevadas que las fijadas por entidades bancarias y los plazos de pago más cortos.

No caigas en la tentación de los préstamos sin interés, ya que los retornos son bastante reducidos. En el caso que no puedas cancelar, te verás involucrado en procesos de cobro y el consabido aumento de la deuda.

También tienes menos seguridad que cuando recurres a una entidad reconocida. Existen plataformas que no poseen un correcto respaldo por lo que estarás en gran riesgo, sin una garantía sólida.

Solicitar un préstamo para pagar otra deuda es una práctica que te lleva al sobrendeudamiento. No incurras en más compromisos, a veces es completamente innecesario. Apela a tu colchón financiero si se trata de una emergencia real, vende algún bien o solicita el dinero a personas de confianza.

Haz ajustes periódicos

Para manejar préstamos y créditos de forma correcta requieres mantenerte alerta en cuanto a tu plan de pagos, ya que pueden presentarse cambios. Por ejemplo, podrías recibir excedentes, y entonces será posible que aumentes tus abonos mensuales, pudiendo reducir el número de cuotas e intereses totales.

Checa los cambios que ocurren en la entidad con la cual tienes el préstamo o tarjeta de crédito. Por ejemplo, si la tasa es variable o se suscitan nuevas condiciones. Recuerda, incumplir las cuotas no solo te endeuda, estarás en la posición de perder bienes o afectar tu historial crediticio, algo muy negativo a futuro.

Ten un colchón financiero o fondo de emergencias

Este es un sí o sí en cualquier presupuesto, ya que constituye ese respaldo que te evita caer en sobreendeudamientos. Una reserva siempre brindará tranquilidad, evitándote pedir dinero o solicitar préstamos a corto y mediano plazo.

Con este fondo cubrirás emergencias médicas, averías, reparaciones domésticas, entre otras eventualidades. Al tener uno, contarás con una mayor autonomía financiera. Piensa en aportar una cantidad regular de tu presupuesto; créenos, no te arrepentirás cuando algo suceda y tengas como gestionarlo.

No obstante, si sientes que las deudas te ahogan es importante buscar asesoría financiera. Un profesional evaluará tu presupuesto, indicándote la relación de ingresos y egresos, determinará la capacidad crediticia y elaborará un plan para solicitar un préstamo o amortizar las deudas en el menor tiempo posible.

Usa la tarjeta de débito, mantén tu plan de financiación, en caso de emergencia acude solo a instituciones financieras reconocidas. Nunca pidas préstamos para pagar cosas básicas, ni los solicites para salir de otras deudas.

Comprende tu entorno económico y estado de salud financiera, así tomarás decisiones informadas y tendrás un mayor control.

Estas son algunas medidas inteligentes que te permitirán proteger tu dinero y tener un endeudamiento responsable en Chile.

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