El ahorro en Chile: estrategias para crear un fondo de emergencia

Crear un fondo de emergencia es clave para cultivar tu salud financiera. Resulta una herramienta útil cuando necesitas costear reparaciones de tu vehículo u hogar, o ante emergencias médicas. Confiere ese apoyo financiero en los momentos inesperados. También es ideal para trabajadores como los freelancers o autónomos.
Con este, no generarás un impacto negativo sobre tus ingresos o ahorros totales. Tampoco, incurrirás en préstamos, hipotecas, no fallarás en tus cuotas, ni tendrás que vender bienes que son importantes. Hablemos del famoso colchón financiero y qué estrategias asumir para tener el tuyo.
Ten claro tu presupuesto
¿Cómo establecer cuánto ahorrar si no has puntualizado tus ingresos y egresos? Para crear un fondo de emergencia se requiere concebir un presupuesto, concretando los gastos recurrentes y excedentes con que cuentas.
Indica los servicios domésticos, transporte, comida, gasolina, entre otras partidas mensuales. Una vez tengas esta sumatoria, tu fondo de emergencias debe cubrir hasta seis meses ese monto. Por lo que una vez estipulado, deberás buscar formas de reunir ese total. Sí, esa será tu gran meta.
Considera, así mismo, tu salud financiera actual; no tienes que estresarte cuando los ingresos varían. Solo sé consistente al establecer un monto con el que te sientas cómodo y que te permita llegar a tu objetivo en un tiempo estipulado.
Una buena manera de hacerlo, es usar fuentes externas a tu salario, ya que así el proceso será más rápido. Porque este dinero no estará comprometido con los gastos del presupuesto mensual.
Establece metas y horizontes
Sé constante, algunas personas tienen problemas para ahorrar, ya que no han cultivado este hábito. Para ayudarte a hacerlo, lo primero es establecer metas, por ejemplo, ahorrar un 5% de tus ingresos mensuales. Aquí puedes valerte de herramientas tecnológicas, como las apps para gestionar ahorros.
Aparta pequeños montos cada cierto tiempo, como una vez por semana, quince días o de forma mensual. Al ver que estás sumando, te sentirás más motivado para continuar. Los horizontes claros determinan el camino, por lo que tendrás una brújula que te guíe hacia tu propósito.
Checa la cuenta y mira cómo va creciendo paulatinamente, y no la uses para otra cosa que un gran gasto de emergencia. Celebra cuando hayas llegado a cada meta establecida. Colócate una nueva, más grande, que te impulse a seguir avanzando.
Ahorra de forma automática
Para crear un fondo de emergencia puedes programar transferencias automáticas hacia tu cuenta de ahorro. Esto te permite añadir abonos de forma consistente y no corres el riesgo de gastar el dinero en otras cosas o que se te olvide hacerlo.
Recuerda siempre checar la cuenta para no sobregirarte, programa notificaciones o alertas cuando llegues al tope de tu monto establecido. Si cuentas con ingresos consistentes, esta puede ser una muy buena opción.
Cuando eres un autónomo sé un poco más flexible, ya que tus montos variarán de acuerdo a los clientes que tengas cada mes.
En el caso que recibas depósitos automáticos de tu empleador, puedes solicitar que una parte sea destinada a tu cuenta de fondos para emergencias. Así, no tendrás acceso libre al dinero y será difícil que lo malgastes.
Consigue ingresos pasivos y extras
Si no sabes qué son, es el momento de trabajar en ello. Una buena idea será obtener intereses de tu cuenta o conseguir dinero invirtiendo en acciones o bonos, y agregar ese dinero a tu fondo.
¿Tienes un producto digital? Con este es posible conseguir dinero extra, piensa en ebook, clases en línea, venta de artículos, aplicaciones, y más.
Otra opción es generar entradas adicionales realizando actividades fuera de tu horario de trabajo. Por ejemplo, vende artículos usados, trabaja como freelancer, da clases, monetiza algún hobby que tengas, entre otras acciones.
Aprovecha todas las oportunidades de ahorro
Analiza cuáles son las ocasiones o temporadas del año en las que experimentas un mayor flujo de dinero. En estos momentos, es cuando puedes aprovechar para hacer abonos y crear un fondo de emergencia o nutrirlo. Por ejemplo, el reciente aumento en el salario mínimo de los trabajadores es una buena oportunidad.
Otras ocasiones especiales son tu cumpleaños, las vacaciones, si recibes alguna bonificación especial o reembolso de impuestos. En vez de incurrir en gastos superfluos, usa parte de este dinero, o todo, para agregarlo al fondo que quieres construir.
Es interesante también aprovechar ingresos extra que no esperabas. Como algún trabajo eventual, si has comenzado en una nueva ocupación laboral o recibiste un aumento de sueldo o promoción.
La idea es recurrir a cualquier oportunidad en la que agregues dinero, sin que vaya en detrimento de tus gastos recurrentes. Para ello, te recomendamos administrar tu flujo de caja, sincronizando ingresos y egresos, así podrás controlar los momentos en que tienes una mayor cantidad y hacer depósitos importantes.
Esfuérzate, aunque al principio puedas percibir menos liquidez, a largo plazo verás los frutos. Mentalízate, estarás más tranquilo sabiendo que tienes un respaldo al cual acudir.
Deposítalo en el lugar adecuado
Lo cierto, es que debes guardarlo en un sitio seguro, y si te genera beneficios será mejor. Pero, sin incurrir en los riesgos propios de ciertas inversiones financieras.
Algunas buenas alternativas son las cuentas bancarias que no sean a plazo fijo y aporten un alto rendimiento. Procura que esté creada específicamente para este uso. Mantenerlo separado del resto de tu dinero evitará que lo gastes de forma accidental.
También puedes crear una partida dentro de tu cuenta principal, como se hace en ciertas aplicaciones de entidades bancarias o fintech.
Otra opción es tener una tarjeta prepagada, no relacionada a entidades bancarias. De forma tal, que solo se pueda gastar el monto estipulado. Una alternativa menos recomendada, es guardarlo en efectivo en tu casa o con algún familiar de confianza.
Para prevenir problemas por la inflación lo mejor es ahorrarlo en una divisa estable como el dólar o el euro.
Determina su uso
Esta es una de las estrategias para crear un fondo de emergencia que son básicas. Debes ser claro con el uso que darás a este colchón de emergencia, y no infrinjas las normas.
La razón, es que no todos los gastos imprevistos pueden ser considerados como emergencias. Recuerda, esta es la herramienta que tienes para evitar deudas innecesarias.
Empléalo en situaciones de salud y que implican gastos no cubiertos por el seguro o en una reparación perentoria en tu hogar. Así, evitarás recurrir a las tarjetas de crédito o préstamos personales que acumulan intereses.
Tampoco vayas al extremo de nunca usarlo, si es necesario hacerlo emplea el dinero y comprométete a reponerlo gradualmente. Así tendrás tu ahorro para cuando suceda nuevamente una eventualidad, y no necesitarás recurrir a endeudamientos indeseables.
No seas tan rígido
Sé flexible al crear un fondo de emergencia y mantenerlo. Aunque quieras sostener un rumbo fijo, esto puede agregar más estrés que la propia posibilidad de enfrentar un evento sin liquidez.
De hecho, los presupuestos sufren modificaciones y fluctuaciones. Como cuando se elevan los costos en los recibos del agua o la luz; también, si aumenta la colegiatura de tus hijos.
En ese caso, no te desmotives, solo haz los ajustes necesarios para que se genere un equilibrio y puedas seguir aportando.
Desde recortar compras superfluas, evitar los gastos hormigas, usar la tecnología, invertir, existen muchas formas de conseguir este objetivo.
¿Ya estás aplicando estrategias para crear un fondo de emergencia? Si la respuesta es no, debes tomar medidas inmediatas. Repasa nuestras recomendaciones ¿Qué otras ideas se te ocurren?